La primera crisis que me toco vivir de cerca con emprendedores fue la burbuja de Internet, la segunda es la actual, la burbuja financiera. Hay algunas similitudes entre los emprendedores que van a sobrevivir esta crisis y los que sobrevivieron la pasada, así como también hay similitudes entre los emprendedores que van a perder sus empresas ahora y los que perdieron todo hace unos años.

Para burbujas, hablemos de las de aire, específicamente en las sillas. Resulta que en la burbuja de Internet un inversionista reconocido realizó una pequeña observación que llama “Air on Chairs”, aire en las sillas, haciendo alusión a las Aeron Chairs de Herman Miller ($1,000 dólares cada una) mediante el cual detectó quienes eran los emprendedores en Silicon Valley que tenían las mejores oficinas, las más elegantes, con sillas y sillones acolchonados con válvulas de aire para una mejor ergonomía, y comparó a estos con aquellos emprendedores que tenían oficinas simples y viejas, frugales, con sillas de madera o metal sin bolsas de aire. Lo increíble es que al pasar la crisis de esa época, los emprendedores que tenían “aire en las sillas” en su mayoría quebraron y perdieron todo, mientras que la mayoría de los emprendedores que tenían sillas duras y feas sobrevivieron la debacle y crecieron sus negocios.

La lección es que aquellos emprendedores que sólo buscan ganar dinero y prestigio se dedican por lo general a gastar de más en los buenos momentos, mientras que en los momentos difíciles se ven forzados a vender para pagar lo que deben; a la vez que aquellos emprendedores que tienen la misión de generarle riqueza a todos – (en lugar de sólo buscar hacerse ricos) – en los buenos momentos venden y ahorran lo más que pueden y en los difíciles compran a precios bajos. A final de cuentas en todas las crisis se presentan oportunidades, pero sólo para aquellos que tienen recursos para comprar a precios de remate.

En la crisis actual sucede lo mismo, ya que los emprendedores que han instalado en sus empresas desde el principio políticas de gastos controlados y que se comportan de manera frugal, es decir, que sólo gastan lo necesario, generalmente están menos apalancados – deben menos dinero – y tienen mejores oportunidades de salir de la crisis, además de que tienen la oportunidad de comprar activos de otros emprendedores que por gastar demás se ven forzados a vender a cualquier precio.

No es momento de entrar en pánico todavía, pero si de comportarse de manera frugal y con mucha prudencia. A pesar de que el gobierno de México está desarrollando políticas públicas de emergencia para reactivar las líneas de crédito que otorga la banca a las PyMEs y para controlar la inflación en la compra de insumos, es posible los efectos positivos se observen hasta dentro de varios meses. Es por esto que los mejores emprendedores, los que van a sobrevivir esta crisis, hacen bien en no endeudarse más de lo necesario y tendrán que gastar lo menos posible en insumos, especialmente no comprarán sillas elegantes con burbujas de aire…

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